Columna de opinión de Osvaldo Pastén , director AIA, publicada el lunes 6 de abril en en El Mercurio de Antofagasta.
Con esta pandemia ya no hay espacio para los enemigos. Hoy, lo más importante es la salud de las personas. Y cómo no, sin personas no hay mundo. Y sin mundo no hay economía que valga. No obstante, no podemos dejar de entender la salud de las empresas. Sin salud no hay economía. Y sin economía no vale la pena vivir. Sí, así de duro. No me imagino un país sumido en la pobreza. Sí. Pobreza. Hoy somos más pobres de lo que éramos. Y mañana seremos más pobres de lo que somos hoy ¿Lapidario? Obvio.
No obstante, lo peor que nos puede pasar es quedarnos inmovilizados. En tiempos de crisis, lo único que queda es triunfar. Esa frase es de un famoso contemporáneo que es aplicable a la realidad de todos nosotros. No hay espacio para seguir quejándose. Debemos rearmarnos y levantarnos.
En mi rol de dirigente gremial, recibo informaciones y hechos de los clientes mineros no muy alentadores. No es aceptable ni comprensible el uso y abuso de las cuestionables cláusulas de contrato. En las crisis, siempre hay ganadores y perdedores. Esperamos que las pymes especialistas no sean las perdedoras en este oscuro capítulo que enfrenta la humanidad.
Para ser sinceros, esta crisis no tiene precedentes. NO hay registros de algo similar. Sólo tenemos fórmulas de cómo seguir adelante. No vamos a salir solos. Si no nos unimos, vamos a quedar en el pantano de la queja… Elijamos el camino de estar juntos y mirar en forma empática lo que viene.
Como usted sospecha al igual que yo, nada va a ser igual. Tal como después del 11 de septiembre del 2001, cambió radicalmente la seguridad en aeropuertos y recintos públicos; este pandémico virus, nos obligará a tener mejores estándares en salud e higiene ocupacional y autocuidado de las personas.
Finalmente, mi invitación es a ocuparnos de los que se generan el autoempleo. Hoy, más que nunca debemos ser creativos para colaborar y apoyarnos.
Para mí, el flujo futuro no vale nada, si dejamos en el camino a las personas que menos tienen. Si a usted, igual le importa. Es de los nuestros. A usted lo necesitamos. Y por cierto, mucho más que antes.