La Presidenta dio una señal significativa de liderazgo para el “segundo tiempo” del período presidencial. Hoy se reconoce que el país debe fortalecer la inversión y el crecimiento económico como condición básica e indispensable para avanzar en programas de mejoramiento de las condiciones sociales de nuestra población.
Según el último catastro de Sofofa, la Región de Antofagasta lidera la cartera global de proyectos de inversión con una cifra de US$ 63.323 (MM). Sectorialmente, nuestra región lidera las carteras de inversión en energía, minería, industria y turismo con US$ (MM) 27.141; 29.930; 2.136 y 1.406, respectivamente. Con mucho, en este escenario complicado para la economía nacional, la Región de Antofagasta es la locomotora de la economía nacional.
No obstante lo anterior, los empresarios, autoridades, universidades y comunidad en general, sabemos que nuestra región podría contribuir aún más al país y nuestras comunidades locales si el centralismo se abre a trabajar codo a codo con nosotros, para abordar los lomos de toro que impiden que nuestra región pueda desplegar todo su potencial productivo.
Hago un llamado a las autoridades nacionales para que reconozcan este liderazgo regional y, de una vez por todas, en una mesa público-privada prioricemos estas urgencias de la principal economía regional del país.
Sólo a modo de ejemplo, destaco algunas de las trabas a la inversión y al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros trabajadores y comunidad: la gestión centralizada y paralizante del ministerio de bienes nacionales en la administración del suelo fiscal para proyectos de inversión y construcción de viviendas; la nueva interpretación de normas de construcción que tienen detenido una potente cartera de proyectos de inversión inmobiliaria; la gestión centralizada que frena el desarrollo planificado y eficiente de nuestro borde costero; la debilidad de certeza administrativa que genera incertidumbre al inversionista y dificulta el avance en proyectos de inversión; etc.
Junto a las autoridades regionales debemos trabajar unidos para que, en este “segundo tiempo”, la Región de Antofagasta promueva y haga valer su liderazgo. Esperamos que las autoridades nacionales respalden a nuestras autoridades regionales y aterricen en Antofagasta para concretar territorialmente la prioridad presidencial.