Las elecciones de los años 2021 y 2022 serán decisivas para la construcción de la región 4.0 que todos soñamos.
Este año, como ciudadan@s tenemos la gran responsabilidad de elegir a aquell@s líderes nacionales, regionales y comunales que tendrán la responsabilidad de tomar decisiones estratégicas para nuestro futuro. Aquí, el desafío personal es conocer y evaluar con rigor la calidad de los programas e iniciativas de l@s candidat@s. A todos ell@s, la organización regional “Antofa, ¿Cómo Vamos?” les pidió y dio la oportunidad de publicar sus programas y, todos los enviados ya están publicados y disponibles para la comunidad en: www.antofacomovamos.cl
El 2022, será el año en que la región, liderada por sus nuevas autoridades, debiera definir los principales lineamientos y proyectos estratégicos para así iniciar una nueva etapa en el proceso de construcción y maduración de su desarrollo sustentable: región 4.0
Hagamos un breve balance de lo avanzado en los últimos 30 años y de los desafíos estratégicos para nuestro desarrollo.
Lo avanzado. Destacan los encadenamientos estratégicos en energía (mayor producción y menor precio); sistema portuario (nuevos puertos y mayor capacidad); procesos de desalación de agua de mar para consumo humano (sueño hecho realidad) y para uso industrial; uso de agua de mar cruda para procesos mineros. Crecen las empresas proveedoras regionales con estándares en calidad, seguridad, medio ambiente (hoy tenemos 1.400 empresas proveedoras regionales en Sicep). Se suman los avances en la construcción, comercio, hotelería y servicios personales. Este proceso, con altos y bajos, impactó positivamente al empleo, salarios, distribución del ingreso e índices de desarrollo humano. En lo global, un proceso virtuoso de crecimiento económico y desarrollo social.
Lo pendiente. La región 4.0 exige decisión para dar saltos importantes en: administración del suelo fiscal; solución a campamentos y mayor integración social; eficiencia y competitividad minera en cobre, litio y otros; desarrollo de proveedores intensivos en conocimiento; planificación de borde costero y borde río; integración e igualdad de género; cluster de energías renovables e hidrógeno verde; economía circular; planificación y respeto de áreas comerciales; educación de calidad en todos los niveles; corredor bioceánico comunalmente integrado; ecosistema educativo/innovador y emprendimiento; turismo aventura y de negocios; descentralización nacional e intra regional; cartera regional de proyectos estratégicos.
El enorme impacto humanitario y económico de la pandemia, los desafíos sociales pendientes junto al vertiginoso desarrollo tecnológico, nos obligan a inaugurar y aprovechar con energía y velocidad esta nueva etapa para nuestro desarrollo sustentable.