Columna de opinión de Fernando Cortez Guerra, gerente general de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA).
Publicada en El Mercurio de Antofagasta:
Invertir en educación es sembrar futuro
Asumir el desafío que nos impone la educación en Chile no es solamente un deber del Estado, sino también del sector privado y de la sociedad en sí. Todos tenemos algo que decir.
El desarrollo sustentable de nuestra región requiere que su comunidad cuente con educación de calidad, que les entregue las herramientas necesarias para ser protagonista de su presente y futuro, para que, de esta manera, el día de mañana puedan satisfacer los requerimientos de nuestra propia economía. Según el Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2017-2026, sólo entre las regiones de Tarapacá y Antofagasta hay proyectada una demanda de 18.741 puestos de trabajo, existiendo sólo una oferta de 8.510 egresados. El desafío es evidente, pero se trata de un fenómeno que parte desde la primera infancia.
En este mismo espacio compartimos hace unos días algunos resultados del estudio “Desigualdad Regional en Chile: Ingresos, Salud y Educación en Perspectiva Territorial”, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Un dato relevante a destacar de este estudio es que nuestra región arrojó la tasa más baja en Chile de establecimientos pre escolares por cada 1.000 niños de 0 a 4 años, considerando sala cuna, niveles medios, y niveles de transición, promediando 5,2 locales, mientras que la más alta la tiene la Región de Los Ríos, con 12,3, siendo el promedio nacional de 8 establecimientos.
Si queremos tener profesionales con las habilidades competentes, debemos tener las condiciones necesarias para entregar una formación de calidad desde la base, desde la primera infancia. Atender adecuadamente este gran derrotero conllevará, al mediano y largo plazo, crecimiento, desarrollo empresarial y sustentabilidad para no sólo nuestra región, sino también para el país. Así lo enfatizó James Heckman, Premio Nobel de Economía del año 2000, al señalar que “la educación preescolar es una inversión eficiente y eficaz para el desarrollo económico y la fuerza laboral. Cuanto antes la inversión, mayor será el retorno de la misma”.
Es este escenario planteado el que nos impulsa a tener un rol activo en contribuir con mayor ímpetu en el sueño de posicionar esta región como líder en educación de calidad desde la primera infancia. Es por esto que cada año redoblamos este compromiso a través del programa Construyendo Valor Compartido, concepto que según Michael Porter y Mark Kramer está definiendo un completo y nuevo conjunto de prácticas que todas las empresas deberían adoptar. “Involucra crear valor económico de una manera que también se cree valor para la sociedad al abordar sus necesidades y desafíos”.
Desde sus inicios en el año 2000, nuestras empresas socias impulsoras de nuestro programa, llamado precisamente Construyendo Valor Compartido, han posibilitado la capacitación de 7.709 personas, desarrollando 317 cursos de perfeccionamiento con cobertura regional. No obstante, fue en 2012 que se centró en la infancia y la educación inicial, capacitando de esta manera a los agentes educativos de las 9 comunas de la región, entregando herramientas dedicadas a potenciar las habilidades de niñas y niños en una etapa que marcará sus vidas. Estamos convencidos de que invertir en educación es sembrar futuro para nuestras niñas y niños; es ahí donde debemos colocar el énfasis.
La Asociación de Industriales de Antofagasta, junto con las empresas socias del programa, en alianza con las instituciones públicas y privadas, continuaremos por la senda del potenciar al capital humano a cargo de formar y educar a las más pequeñas y pequeños que son el futuro de nuestra región.