Columna de opinión de Fernando Cortez, gerente general AIA, publicada en El Mercurio de Antofagasta.
Las instituciones importan mucho para explicar con profundidad el éxito o el fracaso de los países y regiones. Para la gran mayoría de los organismos internacionales de estudios, la infraestructura institucional es el factor clave y determinante del proceso de desarrollo. No contar con una institucionalidad que formalice, organice y dé continuidad para gestionar con eficacia y eficiencia un sector, lineamiento o proyecto clave para el desarrollo es una debilidad estratégica que, lo más probable, determine un fracaso en esos objetivos buscados.
A nivel regional, la institucionalidad regional estratégica debe ser la red de unidades organizacionales claves para administrar las prioridades que la región ha establecido. Debe ser el mix organizacional cardinal para generar el avance estratégicamente virtuoso. Sin esta institucionalidad regional estratégica (ad-hoc a la estrategia), el camino será lento, caro y de incierto punto de destino. También podrá haber mucho ruido, mucha actividad, pero poca efectividad estratégica. “La táctica sin estrategia es el ruido anterior a la derrota”.
Una buena noticia para la región es que estamos empezando el año 20202 con una nueva institución que viene a fortalecer nuestra densidad institucional y que se focaliza en un lineamiento estratégico desde mediados de los años noventa. Nos referimos al proceso de clusterización en torno a la industria minera. Si bien es cierto que el sector público y privado regional vienen trabajando de manera conjunta para acelerar y perfeccionar el proceso de clusterización hace 20 años, hasta ahora este esfuerzo ha carecido de una institucionalidad independiente que otorgue mayor formalización, continuidad, gestión y proyección a ese trabajo.
La Corporación Clúster Minero de la Región de Antofagasta es un salto significativo en el proceso de maduración de esta estrategia. Con la clave y fundamental contribución de la Corfo, desde este año nuestra región cuenta con esta nueva herramienta para su desarrollo.
El Sector público, el sector privado y las universidades tienen el desafío de poner en marcha esta Corporación, aprovechando y dando continuidad a todo el valioso trabajo realizado y que actualmente se encuentra en ejecución.
Sin duda, La Corporación Clúster Minero de la Región de Antofagasta viene a incorporarse a la institucionalidad estratégica regional; o sea, al principal núcleo organizacional de la región. Vendrá en primer lugar la fase de instalación y puesta en marcha y, muy pronto, su entrada en pleno régimen de trabajo.
Así, la región da inicio a un proceso de aprendizaje y maduración en este lineamiento estratégico para la sustentabilidad regional, con una nueva y potente herramienta cuya idea y estructura es genuinamente regional.