Nuestro país y nuestra región están pasando por uno de esos períodos económicos que no quisiéramos, pero que sin embargo, son propios de la naturaleza económica que conocemos.
Nuestro país y nuestra región están pasando por uno de esos períodos económicos que no quisiéramos, pero que sin embargo, son propios de la naturaleza económica que conocemos y que, cada cierto tiempo, afectan a todos los países del mundo y a todos los bienes y servicios que se tranzan en el mercado. Nadie se libra del carácter cíclico de la economía. Por lo anterior, en rigor, no deberíamos sorprendernos demasiado cuando entramos en la fase baja del ciclo y de las necesarias medidas de ajuste que se deben tomar para enfrentar el nuevo escenario.
En estos períodos ocurre con frecuencia que se propaga un clima de mucha negatividad que lleva a sobre reaccionar y a asumir conductas que coadyuvan a profundizar la crisis y, por lo mismo, que contribuyen a que se pague un sobrecosto económico y social más allá del que estrictamente corresponde.
En tiempos de crisis se requiere identificar, ejecutar y multiplicar acciones que vayan en el sentido contrario a la pérdida de dinamismo: iniciativas contracíclicas. Aprovechando el liderazgo de la Región Antofagasta en la cartera de proyectos de inversión en minería, energía y otros sectores, debemos fortalecer nuestro trabajo cooperativo en torno a iniciativas regionales contracíclicas. A modo de ejemplo:
a) Consolidar mesa público/privada ejecutiva pro inversión y empleo.
b) Promover expectativas favorables en torno a Antofagasta como región de oportunidades en energía, astronomía y minería.
c) Difundir y destacar a Antofagasta como región líder en el catastro de inversiones según Sofofa, CBC y Cochilco.
d) Difundir cartera de proyectos de inversión (privados y públicos).
e) Identificar oportunidades y concretar inversiones aprovechando precios bajos.
f) Destrabar proyectos que están en trámite de aprobación.
g) Disminuir los plazos de aprobación para proyectos del sector de la construcción.
h) Promover el turismo de negocios y a la región de Antofagasta como destino.
i) Concretar alianzas de más largo plazo entre empresas clientes y empresas proveedoras.
Antofagasta es una región rica en recursos naturales y ha ido desarrollando una base productiva sobre la cual las organizaciones líderes de la región tienen el desafío de proponer y ejecutar acciones pro inversión y pro empleo. La actual coyuntura nos invita a redoblar estos esfuerzos privados y públicos.
