Con una invitación a pensar en lo que como ser humano pueden lograr, el Presidente de Minera Escondida, Edgar Basto, comenzó su charla ante cerca de 900 jóvenes del Colegio Técnico Industrial Don Bosco, realizada en Antofagasta.
Con una invitación a pensar en lo que como ser humano pueden lograr, el Presidente de Minera Escondida, Edgar Basto, comenzó su charla ante cerca de 900 jóvenes del Colegio Técnico Industrial Don Bosco, realizada en Antofagasta.
En el gimnasio techado del establecimiento educacional –construido gracias a los aportes de la empresa cuprífera- Basto fue recibido por el Padre Rector José Carraro; el rector Gary Muñoz y el Gerente General de la AIA, Fernando Cortez, y por los jóvenes de primeros, segundos, terceros y cuartos medios.
El sacerdote dio la bienvenida al Presidente de Minera Escondida, diciendo: “Bienvenido a tu casa”. Inmediatamente, Edgar Basto contó su historia y la oportunidad que tuvo de haber crecido en una comunidad salesiana. “Les debo a ellos haber crecido porque me ayudaron a tomar decisiones correctas”, dijo.
El importante ejecutivo rememoró parte de su infancia en un pequeño pueblo de Colombia y cómo desde pequeño, gracias al apoyo de sus profesores, fue descubriendo que si uno tiene capacidades y talento, hay que poner un poco de actitud, a pesar de haber nacido en una familia de esfuerzo. “Yo sabía que quería aprender, pero estaba un poco restringido a lo que el entorno me dada porque estaba en un pueblo con pocas oportunidades… caminaba dos horas para ir a estudiar por la mañana y por la tarde”, recordó.
También, Basto recordó su paso por la Universidad y los años de esfuerzo. Hizo memoria de cómo fue guiado por los padres salesianos respecto a qué carrera estudiar porque dijo que “en un primer momento su opción fue Ingeniería en Sistemas, pero que optó por estudiar Ingeniería Metalúrgica. Respecto a esta parte de su historia, manifestó que “a veces uno piensa con el corazón, pero también es importante escuchar, pensar”.
El Presidente de Minera Escondida reforzó su mensaje diciéndoles a los estudiantes que “no hay éxito sin esfuerzo” y los animó a convertirse en una esponja y explorar la curiosidad y la inquietud.
Además, les conversó de la denominada “Teoría del Espiral” y de cómo uno asciende o puede descender, en lo que llamó espiral positiva y espiral negativa. Contó que una vez terminada la universidad tuvo la oportunidad de realizar su práctica profesional en una empresa minera de Colombia y que una vez terminada le ofrecieron seguir trabajando con ellos y a perfeccionar su inglés que era algo que él no había hecho durante sus años de estudio. Entonces aceptó la propuesta y para aprender inglés lo enviaron a Holanda donde además continúo estudiando.
Siguiendo el recorrido por su historia, Edgar Basto dijo que “poco a poco uno puede convertir esta espiral positiva en una espiral que crece e impacta positivamente a la sociedad”.
Además, manifestó que el éxito no necesariamente significa tener dinero. Llamó a los jóvenes a no desfallecer en el interés por aprender y crecer. “No hay diferencia entre ustedes y los niños que estudian en un colegio más ‘inn’. La única diferencia está en ustedes, en sus capacidades”.
Otro de los énfasis realizados por el ejecutivo fue la importancia de los principios y valores de las personas como la base de lo que cada uno construirá.
Finalmente, Basto dijo que la humildad es lo más importante y que las personas no pueden olvidarse de sus raíces. “Yo de las personas que más he aprendido es de las personas humildes”, recalcó.
Al termino de su presentación, Edgar Basto fue ovacionado por los jóvenes y recibió un presente elaborado por los alumnos en los talleres del establecimiento de manos del presidente del Centro de Alumnos, Francco Carvajal de 4 medio “A” de Mecánica Industrial.
