Columna para El Mercurio de Antofagasta. Fernando Cortez Guerra, gerente general AIA, domingo 15 de agosto de 2021.
Nuestro aporte regional a esta nueva etapa en el desarrollo de la humanidad deben ser las energías limpias y la minería verde. Tenemos todo para consolidar a nuestra región en un complejo energético y minero de clase mundial, alineado con los actuales desafíos de nuestro planeta. Somos líderes mundiales en la producción de metales claves para el mundo; tenemos una radiación solar y vientos de privilegio; las energías renovables para una minería verde son una conjunción virtuosa; tenemos 1500 empresas regionales calificadas en Sicep; disponemos de un ecosistema universitario educacional; nuestro sector portuario, logístico, de ferrocarril y transporte terrestre es muy experimentado. Además, para los próximos 10 años lideramos la cartera de proyectos de inversión en minería con US$ 23.630 millones y, también tenemos el liderazgo en proyectos en construcción en energía con un monto de US$ 2.672 millones, todos en energías renovables. Sin duda, tenemos una musculatura productiva robusta para dar un nuevo paso estratégico y consolidar un ecosistema productivo diversificado/tecnológico/educativo sinérgico y encadenado al sector energético y minero.
Por otra parte, es muy importante destacar que nuestra región cuenta con un capital adicional y fundamental para transformar este nuevo desafío en una realidad, nos referimos a la familia de líderes regionales; públicos y privados; empresariales, sociales y universitarios; que han construido relaciones de confianza trabajando en equipo teniendo como único norte el desarrollo sustentable y sostenible de nuestra región. Las autoridades, líderes gremiales, líderes sociales, rectores universitarios, trabajan en diversas instituciones regionales que les han permitido desarrollar este valioso capital cultural.
El reconocimiento de estas fortalezas es la base objetiva fijarnos los objetivos y asumir las tareas pendientes; es decir, para trabajar en todo aquello que nos falta desarrollar, en lo que somos débiles o que no hemos logrado avances significativos. Sin pretender agotar el tema, los siguientes son desafíos claves: suelo fiscal para parques industriales y desarrollo social; desarrollo tecnológico y productividad; proveedores regionales integrados a grandes empresas y mercados globales; permisología; gestión ambiental y eficiencia energética; gestión empresarial con valor compartido; integración universidad-empresa; calidad de educación y cobertura inicial; capital humano avanzado.
Después de una lucha de muchos años, tenemos un gobernador regional electo que, no cabe duda, trabajando en equipo con los líderes regionales, lograremos consolidarnos como este complejo energético y minero verde que hace un aporte clave a la humanidad.